lunes, 29 de junio de 2009

Un dato curioso o logico sobre nuestro cerebro

El Miedo no tiene porqué ser zonzo


No caben dudas de que en el mundo actual existen muchas razones válidas para sentir miedo. La cuestión, es saber cuándo es correcto responder con esa emoción y cuándo no lo es.

En los albores de la humanidad, los grupos humanos eran mucho más pequeños que los actuales y por lo tanto, todas las personas conocían bastante bien quienes eran sus amigos y enemigos. En la actualidad, los seres humanos se ven obligados a interactuar con infinidad de personas desconocidas, sin poder identificar correctamente a sus potenciales agresores.

Lo que debe quedar en claro, es que las personas con tendencias predadoras, al igual que los leones de la sabana africana, antes de atacar escogerán cuidadosamente a su posible presa (una presa fácil), con el fin de hacer su tarea más sencilla. Todos los predadores, incluidos los humanos, tienen la imperiosa necesidad de controlar la situación, para poder predecir la reacción de sus víctimas, y la conducta humana es tan predecible, como que en ello se basa la posibilidad de mantener la cohesión de las sociedades humanas.

Pero así como es de predecible la conducta de las víctimas para los agresores, también sería posible la predicción en sentido inverso, si las personas estuvieran preparadas para detectar de antemano rasgos que delatan a sus posibles predadores.

Algunas de estas señales son:

1. La asociación forzada
Es una forma sencilla de crear la ilusión de que dos personas están compartiendo una misma situación o que están del mismo bando. En estos casos, el atacante crea la ficción de un proyecto en común con su víctima, cuando en realidad no existe. Para ello utiliza con frecuencia frases o palabras que involucran a ambos como:

nosotros
ambos
somos un equipo
vamos a conseguirlo


El concepto de asociación forzada puede aparecer en muchos contextos y por muchos motivos, pero cuado es utilizado por un desconocido, en una situación de vulnerabilidad, debería representar una señal de alarma.

2. Demasiados detalles
La gente que tiene una intención “non santa”, emplea muy a menudo esta forma inconsciente de expresarse. Cuando alguien esta diciendo la verdad, no piensa que el otro tendrá dudas, de modo que no siente la necesidad de dar información adicional con detalles excesivos. Pero al mentiroso, aún cuando su interlocutor pueda estar creyéndole, su discurso no le parece tan verosímil, por lo que se ve impelido a agregar muchas explicaciones y justificaciones.

3. Encanto y amabilidad
Encantar es imponerse a la voluntad de la otra persona a través de la fascinación o la atracción. La frase “era tan agradable “, es frecuente en el relato de víctimas sorprendidas por personas muy corteses. Tanto la sonrisa engañosa, el encanto y la amabilidad excesivos y no solicitados, pueden corresponder a un motivo oculto, por lo que deberíamos estar atentos a esos signos que podrían delatar a un malhechor.

4. Etiquetamiento
Esta estrategia consiste en que un desconocido etiquete negativamente a una persona, con la intención de que ella se desviva por demostrar el error de apreciación que su interlocutor ha cometido. Éste último le dirá, por ejemplo ”me da la impresión de que usted no es muy aficionado a la lectura”, lo que en muchos casos provoca la reacción automática de intentar demostrar que se es inteligente e informado. La asignación de un rotulo que se considera como inadecuado, es considerado como un insulto al que se debe refutar (resistencia automática al etiquetamiento) que es la respuesta que el delincuente busca despertar ára generar una relación entre ambos que no existe.

5. Promesas no solicitadas
Esta es, quizás, una de las señales más claras de peligro, ya que el motivo de la promesa es dudoso. Las promesas, si son hechas por personas desconocidas no tendrán garantía de cumplimiento. La razón de la emisión de estas promesas es la necesidad de convencer a alguien de hacer algo de lo que no esta convencido. Lo interesante de las promesas no solicitadas es que la misma persona que las está expresando, está también comunicando señales de debería dudarse de ellas. Sería prudente desconfiar de promesas no solicitadas, sea cual fuere el contexto en que sean emitidas.

6. Favores caros
Las personas que buscan sacar ventaja del prójimo, muchas veces ofrecen su generosa ayuda, pues están calculando la deuda que generarán en quien la recibe. Por lo general, esta ayuda no ha sido solicitada en ningún momento por la víctima. Muy común es la actitud de un desconocido que se ofrece para cargar con paquetes o bolsas, pero hoy en día es mejor hacer un esfuerzo, antes que arriesgarse a sufrir el ataque de un simpático y agradable changarín.

7. Omisión de la palabra NO

Cuando un extraño se rehúsa a oír un NO como respuesta, nos está dando una señal clara, muy importante, de que está pretendiendo controlarnos o de que se niega a cedernos el control de la situación। Si se dejamos que alguien nos disuada de nuestras propias negativas es como si se le dijéramos “estoy en tus manos”। Lo peor que se puede hacer frente a alguien que se esta negando a aceptar un “no” es dar respuestas que cada vez más débiles, porque le indicaremos que vamos a ceder. Para que esto no suceda se debe considerar al NO como una frase completa en sí misma y si alguien no respeta su significado, deberíamos preguntarnos automáticamente ¿Por qué esta persona desea controlarme? y pasando tal vez por una persona no muy cortés, deberíamos insistir con firmeza ¡HE DICHO QUE NO!

El instinto de supervivencia de todos los lectores, con seguridad, se verá incrementado si memorizan y aprenden a detectar todos estos detalles delatores de malas intenciones.

No hay comentarios: